martes, 12 de julio de 2016

Pájaros carpinteros ibéricos


Los deberes me oprimen y dejan sin tiempo para este entretenimiento que es compartir mis vivencias naturales. En estos días de verano no es difícil pasear por los parques o bosquecillos y escuchar el tamborileo de los pájaros carpinteros o la risa/relincho del pito real (Picus sharpei).  En la Península tenemos 7 especies de pájaros carpinteros, de las cuales yo solo he visto 3 y fotografiado 2. Por desgracia no siempre llevo conmigo la cámara, y es siempre en el momento más inesperado cuando estos animalillos te dedican un vuelo fugaz ante los ojos.

Pero bueno, también he registrado algunos encuentros.

 

¿Qué es eso que asoma en la espesa hierba verde?
¡Pero si es un pito real!

¿Y qué hace un pájaro carpintero por los suelos en lugar de estar en un árbol?
Pues lo mismo está buscando hormigas, que son una parte importante de su dieta.

Pero este amigo se ha percatado de mi presencia y parece que no quiere que un humano depredador le observe en su frágil periodo en el suelo. 

En un momento se subió al árbol, lugar donde le suelo ver más a menudo.

La otra especice que me encuentro con asiduidad en los bosques de Madrid y en mucha menor medida en Ávila es el pico picapinos (Dendrocopos major).
Normalmente esta especie blanca y negra es más esquiva que el pito real, y se esconde por el otro lado de los troncos o guarda amplias distancias entre él y yo. 
Pero a veces le puede la simpatía y viene a posarse a un árbol cercano.

O mejor aún, baja a algún posadero donde estén alimentándose otras aves. Y en ese extraño momento puedo disfrutar de esta bella especie a una distancia muy corta.



¡Pero qué cara más bonita !

Pero la cercanía dura poco y el resto de ocasiones vuelve a estar posado por los árboles realizando sus quehaceres.


Alguna vez he escuchado la infamia de que estas aves son malas para los árboles. Que los matan. Ay que mala es la ignorancia tanto para la fauna como para los vecinos del ignorante. La realidad es que se alimentan de invertebrados que pueden ser dañinos para los árboles. Que sus taladros no hacen nada a las ramas frescas y que construyen cámaras en ramas secas. Y que los agujeros creados por estas especies se convierten en hogar de otra multitud de aves y mamíferos que se alimentan de invertebrados, contribuyendo así a la biodiversidad.